En su trazado islámico, unía una de las puertas de la mezquita con los Baños de la Pescadería. Estos baños estaban situados en las calles Cardenal González Francés y la de la Cara. Recibían este nombre por encontrarse cerca de la “Puerta Piscatoria” que salía a las pescaderías del río. Se considera uno de los baños más antiguos, de mayor capacidad y mejor ornamentados. Fernando III se lo dio en su repartimiento al Obispo Lope de Fitero y a su Cabildo. Posteriormente pasó en arrendamiento a García Rodríguez, que lo restaura en estilo mudéjar. Por la dimensión de los sillares y bóvedas, pueden fecharse en época de Abderramán III. En el siglo XIV se vuelve hacer obras en las dependencias de la bóveda de cañón, destinada a baño caliente. En el siglo XV seguían prestando sus servicios como baños públicos y en el XVI fueron cerrados tras la expulsión de los moriscos.
Fue casa del pintor cordobés Pablo de Céspedes, racionero de la catedral, enterrado en un los arcos del crucero frente a la capilla de San Pedro, posiblemente construida entre los siglos XV y XVI, conserva el brocal califal del antiguo pozo y la configuración de las casas de vecinos.
Situada en un azucaque (calleja sin salida) de época musulmana, que abre a la calle Martínez Rücker. Es una casa solariega de los siglos XVI y XVII. Conserva la estructura típica de vivienda mediterránea.
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